lunes, 9 de junio de 2008

En una noche estábamos ahí en esa casa tan bonita, había una reunión y estaban todos sentados en unos grandes sofás de color blanco alrededor de una mesa cuadrada que parecía una preciosa fuente organizada de bebidas y hermosas botellas de licor. Una chica tocaba la guitarra, poseída por los ángeles del cielo, era una música densa y elegante que hacia que se encogiera la piel. El cuadro de la pared era tan moderno como la casa, pero tenía uno color tan brillante y optimista que hacia un mañana diferente y que el aire bailara entre nosotros.

carriles